«Buscando el equilibrio». El color, como elemento comunicativo y distintivo, es uno de los grandes protagonistas del packaging. Imagen depurada, simple y elegante aunque a la vez juvenil. El packaging presenta un trabajo de base sólido y potente, con el acento puesto en un color diferente y estudiado para cada varietal. El mismo, que a su vez resalta la cápsula como elemento jerarquizado, funciona de acento y transmite el mensaje de que, independientemente de la variedad que se elija, posee la misma calidad que todos los demás vinos.